viernes, 21 de marzo de 2014

La decisión de un Diablo - Capítulo 11

Cuando llegué al otro lado del portal, me encontré en un planeta árido y sin vida. Vagué durante varias horas sin encontrarme nada hasta que del cielo cayeron dos hombres. Me sobresalté y cuando me recuperé de la impresión me acerqué a ellos y les saludé. A ver si hablaban mi idioma, ya me había encontrado con gente que hablaba una lengua que no comprendía. Uno era… no, no los describiré. Lo único que diré de ellos es cómo tenían los ojos. Todo el ojo era de color azul, no había distinción entre la pupila, el iris y la esclerótica. Me sorprendió mucho y a ellos también le sorprendieron mis ojos, aunque solo habló uno de ellos. El otro permanecía serio y callado, no parecía importarle que quisiera hablar con ellos o a lo mejor es que le estorbaba mi presencia. Les pregunté de dónde eran. El que habló conmigo era el hermano mayor y su historia me recordó a lo que había leído. Le interrumpí cuando iba a decirme su nombre.
-Yo me llamo Kazuo. Por favor, no me digas tu nombre. –me miró extrañado
-¿por qué? No lo entiendo.
-Soy de otro universo. -sabía que esa respuesta solo le daría más preguntas que hacerme
-¿Qué? –estaba asombrado y alegre. -¿Y cómo has viajado? –le mostré la marca de energía. -Increíble. Ya veo –estaba fascinado -Eso sigue sin explicarme por qué no quieres saber mi nombre.
-Son cosas mías.
-¿Cómo puedes viajar entre universos con tan poca energía?
-Tengo la suficiente –supongo que podía ver mi energía, pero yo no podía ver la suya.
-Es algo arriesgado
-Solo tienes teorías. Aunque me gustaría escuchar lo que piensas sobre los universos.
-¿Por qué? Tú viajas por ellos, ¿Qué podría saber yo que no sepas tú?
-Yo y mi curiosidad –dije sonriendo -Quiero conocer tus teorías. Sé que eres mucho más inteligente que yo y que para construir esto –alcé la marca de energía –debes de tener alguna idea de lo que buscabas, quiero saber eso: qué buscabais. –me miró intrigado
-Parece que sabes quién soy a pesar de negarte a que diga mi nombre.
-Tengo un ligera idea. Al fin y al cabo, he leído el diario que estás escribiendo.
-¿Cómo? –se sorprendió –No puede ser. Demuéstralo.
-Entrada 13.765 o entrada 0. No sé cómo numerar esta entrada, pero…
-Está bien –me cortó. Se quedó un rato pensando. Empezó a reír, estaba bastante contento aunque no sabía por qué –Eso nos manda hacia una teoría: La energía tiene memoria.
-¿Tiene memoria? Creía que solo hacía que nuestro cuerpo pueda moverse.
-También es el origen de la existencia, el origen de los universos. O al menos esa es la teoría en la que trabajábamos. –sonreí, escuchaba muy atento lo que me estaba contando. Al verme tan interesado se emocionó y me contó en qué consistía la teoría. –verás. ¿Sabes que la energía puede ser autosuficiente? –asentí –Pues bien. Sabiendo eso el resto es muy sencillo. Imagínate que una pizca de energía se escapa de su universo y acaba en la nada. En la absoluta nada, en el caos. ¿Qué hará? Cuando se dé cuenta de que no hay ningún cuerpo que le sirva de anfitrión empezará a usarse a sí misma para crecer. El proceso es muy lento pero la energía no tiene prisa. Al cabo del tiempo, cuando hay suficiente energía, empiezan a materializarse los cuerpos, empezando por alguna estrella, algún planeta. Y así podrá crecer más rápido. ¿Has visto parecidos entre los universos? Si, ¿Verdad? –asentí –La energía recuerda todo lo vivido y lo recrea en el nuevo universo. También habrás visto universos que no se parecían en nada. –asentí –eso se debe a que hay energía que se escapa de su universo en plena creación. Así que solo recuerda cómo llegar hasta el punto en el que se escapó. Aunque claro, la energía podrá recordar, pero los seres vivos que aparecen no. Así que las pequeñas diferencias se deben a las elecciones que toman: si vamos por un camino, si hacemos o no algo, esas pequeñas tonterías deciden la forma que tendrá ese universo. Obviamente es el resultado global y no el individual el que marcará cómo progresa todo pero una pequeña influencia puede cambiarlo todo, como por ejemplo que tú estés aquí y ahora podría afectar al desarrollo de este universo. –Entonces nos fijamos en que su hermano había desaparecido. –¡¿Hermano?! –gritó.
-Ya ha empezado
-¿Qué? ¿El qué?
-Dime, ¿serías capaz de matar a tu hermano? –me miró asombrado
-¿Qué dices? Explícate.
-Va a crear vida en este planeta, es por eso que robó las marcas de energía en tu planeta.
-Eso… -se quedó un momento pensando –y después me matará. ¿Verdad?
-Lo has cogido bastante rápido.
-No voy a permitir que me mate. No le mataré, simplemente me iré, volveré a mi planeta. Allá él lo que haga. Una cosa es protegerlo y otra permitir que me traicione.
-Estoy sorprendido, en mi universo te dejabas morir.
-Es lo que te decía de las decisiones. Pueden variar entre universos. Ahora si me disculpas, me voy. –Pegó un gran salto y después de varios minutos le perdí de vista. ¿Qué le pasará a esta versión de la Tierra? No pude evitar preguntarme. Si su creador muere, ¿Cómo se desarrollará todo? Qué pena que no pueda averiguarlo. Abrí otro portal y lo crucé.

jRS
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