lunes, 18 de agosto de 2014

SALVAJE

La chica inglesa y su viejo padre seguían andando por la selva, aguantando los imparables cortes de espada de su bruto protector creando un camino. A cualquier movimiento sospechoso, el cazador dejaba de dar tajos y rápidamente disparaba su fusil de caza que mantenía con una correa en su espalda. Entonces la chica se cansó y se acercó a él.

-Disculpe Sr. C. Si sigue disparando podría asustar a los gorilas.
-Mi trabajo es protegerles srta. y eso intento.
-Y se lo agradecemos mucho. Pero debe tener en cuenta que hemos venido a estudiar a los gorilas y no podremos encontrarlos si los asusta con esos disparos suyos.
-Mira hija -exclama el profesor -nidos de gorilas -la hija se acercó de inmediato emocionada
-Entonces... padre, sus teorías son ciertas: Se mueven en grupos.
-¿En grupos? -dice sorprendido el cazador -entonces será mucho más peligroso
-No diga tonterías. La teoría de mi padre es que son criaturas pacíficas. Si atacan es solo porque necesitan defenderse.
-¡Bobadas! Esas bestias estarían mejor encerradas.
-Veo que es imposible razonar con usted -dice decepcionada y se aleja.

Aunque no lo saben, hay alguien que les observa. Un hombre con taparrabos, subido a los árboles. Está intrigado, les estaba siguiendo sin hacer el menor ruido. Les escucha hablar, pero no entiende lo que dicen.

Este hombre siguió a la que se alejaba hasta que perdió de vista a los otros dos. Entonces bajó de los árboles, cayendo enfrente de ella.

Dio un grito ahogado un un pequeño salto hacia atrás, asustada. El hombre que acababa de aparecer caminaba usando las cuatro extremidades, exactamente igual que un gorila. Se logró calmar y levantó su mano en señal de saludo
-Hola -dijo en voz baja.
El hombre se levantó e imitó su gesto
-Ho... la...
-¡Ah! ¿Entiendes mi idioma?

Volvió a su postura original. No sabía responder a eso y ella había hablado demasiado rápido como para imitarlo.

-Vale. Está bien. -Dijo más despacio -Ven conmigo -dijo indicándolo con la mano que le siguiera. Él obedeció, curioso.

Les enseñó a su padre y a su protector al hombre que había encontrado, emocionada. Después de discutirlo varias horas decidieron llevarle al campamento e intentar enseñarle a hablar. Habían llegado a la conclusión de que se había criado con gorilas y tenían la esperanza  de que les indicaría dónde encontrarlos.

Cuando llegó la noche se marchó sin que pudieran convencerle de lo contrario. Se convirtió en un ciclo: Llegaba por la mañana, le enseñaban y se iba al mismo tiempo que el sol.

El tiempo pasaba y no dejaba de aprender. Un par de veces le preguntaron por los gorilas y contestó que son su familia y no debía mostrar su ubicación, al menos no tan pronto. Finalmente el día que tendrían que volver a casa estaba cerca. Decidieron explicarle la situación, a ver si cambiaba de opinión y les enseñaba dónde se localizaban los gorilas. Después de un rato pensándolo, cedió.


El cazador iba delante, atento a cualquier movimiento. El profesor le seguía bastante cerca. La muchacha iba hablando con el hombre, cerrando la marcha. Mientras andaban, le comentaba que se fuera con ellos a la civilización. Él contestó que no podía abandonar a su familia tan fácilmente.

Un bonito pájaro llamó la atención de la pareja y se detuvieron. Ella iba a sacar su cuaderno y dibujarlo cuando escucharon un disparo y un rugido. Rápidamente fueron al lugar donde provenía el ruido. Entraron en un claro y la mujer se quedó petrificada.

Unos gorilas alimentándose de los cadáveres del cazador y el profesor fue lo último que vio en su vida.


JRS
Licencia de Creative Commons

domingo, 17 de agosto de 2014

MADAME MEDIUM. SEGUNDO ACTO.

ENTREACTO

Con el telón todavía bajado y el recinto nuevamente a oscuras, vuelven a aparecer dos de los fantasmas, una de las mujeres enlutadas y el hombre del sombrero. Sigue lloviendo,  el viento suena fuerte. Cada uno de ellos lleva en sus manos una vela y un objeto: el hombre una caja, la mujer un payaso de juguete. Pasean entre el público mostrando los objetos para que todo el público los vea, se detienen varias veces pero siempre continúan su camino hasta llegar a los asientos vacíos de los elegidos donde colocan los objetos. Al realizar su misión se marchan de nuevo. Tras unos segundos se levanta el telón.




SEGUNDO ACTO


Ha dejado de llover. Los tres, Michael, Denise y Madame Medium están sentados en la mesa. Sobre ella están la linterna apagada de Michael y el candelabro que los ilumina.


MADAME MEDIUM
¿Están preparados para iniciar los llamamientos?


Denise mira a Michael antes de dar su consentimiento, este emite una sonrisa socarrona, casi despectiva.


MICHAEL
¡Que empiece el show!


DENISE
(Riñéndole)
Michael me lo prometiste.


MICHAEL
¡Pero si no he dicho nada malo! No es más que una pequeña broma para relajarnos…


Madame Medium sigue sin cambiar su gesto ante el comentario de Michael. Sin variar su tono tranquiliza a Denise.


MADAME MEDIUM
No te preocupes cariño no tienes por qué importunarte. Mr. Richardson, su actitud no es la más adecuada para el contacto, pero, como supongo que imaginará, no es la primera persona que viene a mi consulta totalmente descreída…


MICHAEL
Supongo Madame, no a todo el mundo se le puede engañar tan fácilmente como a mi mujer.


DENISE
(Enfadada)
¡Michael ya está bien!


MADAME MEDIUM
Insisto querida, tranquila. Como comprobarás no me altero con los conatos de insulto de los descreídos como su marido, en realidad gracias a ellos tengo la consulta siempre llena…


MICHAEL
¿Gracias a nosotros, Madame?


MADAME MEDIUM
Por supuesto Mr. Richardson, los ateos como usted que propugnan la inexistencia de dios, del demonio, de las almas, del más allá… han dejado huérfanos a muchos millones de personas que ante los problemas de su vida no encuentran a qué aferrarse…(habla siempre lentamente, con su tono liviano)¿qué les ofrecen ustedes a esas personas, señor Richardson?


MICHAEL
¿Qué les ofrecemos? ¡Ciencia señora mía! (tajante) ¡Ciencia y conocimiento!


MADAME MEDIUM
¿Y usted cree que eso proporciona paz ante las preguntas eternas? ¿La ciencia da alivio a los enfermos?,
¿El conocimiento proporciona sosiego a los que sufren?


MICHAEL
Señora mía, lo que usted propugna sólo es una fábrica de ignorancia, el hombre engañado nunca conseguirá avanzar. Estará usted de acuerdo en que la religión y el progreso nunca han ido de la mano


DENISE
¡Por favor! ¡Ya está bien!


Pero Madame y Michael no hacen caso.


MADAME MEDIUM
¿Quién habla de religión Mr. Richardson? ¿Qué culpa tenemos los eternos de que la locura humana se haya apoderado de los principios universales? Por desgracia, querido mío, lo humano siempre acaba en podredumbre… da igual si son seres vivos o simplemente ideas, al final todo lo tergiversan y redirigen en función de sus intereses…


MICHAEL
Señora mía…





MADAME MEDIUM
(Obviándolo)
Es precisamente esa visión egocéntrica del ser humano quien estropea todo, mi querido amigo…esa visión extremista y de cortas miras…Qué más da que se realice desde un púlpito o desde un laboratorio… El ser humano pone en su beneficio fanático los distintos argumentos que encuentra…sean religiosos, políticos o científicos… ¡Acaso no se llamaban estudiosos y doctos los que defendían que la tierra era plana?


MICHAEL
¡Argumentos inconsistentes! Eso es demagogia señora. ¿Me quiere hacer creer que usted no es humana? ¿Qué sus dotes proceden de algo más que de trucos banales?


Madame Medium permanece unos segundos en silencio pero tras ellos se levanta súbitamente:


MADAME MEDIUM (sonriente)
Me entusiasma continuar con esta conversación pero me temo que debo ausentarme unos segundos…


DENISE
(Avergonzada ante la actitud de su marido)
Madame espero que Michael no la haya importunado…


MADAME MEDIUM
Para nada querida, Mr. Richardson es un hombre que defiende con vehemencia sus ideas…solo espero que su ciencia nos ayude esta noche a encontrar el alivio que deseamos para tu sufrimiento… ahora si me disculpáis, incluso un ser inmortal como yo tiene que excusarse para ir al baño…


Madame Medium con excesiva parsimonia, como realiza todos sus movimientos, se marcha bajando del escenario hacia el público.


MICHAEL
(Gritándole)
¡Tenga usted cuidado señora mía, no vaya a ser que se tropiece y se le escape su alma inmortal!
(Se muestra orgulloso por su “ingenio”)


MADAME MEDIUM
(Desde el pasillo del público)
No se preocupe Mr. Richardson, los eternos no somos tan torpes como algunos humanos que se tropiezan en la oscuridad…
(Se marcha por el pasillo saludando con su mirada al público que tiene a su lado)


Michael sonríe, tarda unos segundos en entender el dardo de Madame Medium, pero al percatarse del mismo cambia su gesto y  se levanta de la mesa para responder de nuevo a Madame. Denise se lo impide:

DENISE
(Comprobando antes que Madame Medium se ha ido)
¡Ya está bien Michael! Me lo prometiste. Prometiste ser cortés y amable. Si después de acabar la sesión no te convence o encuentras sus trucos te prometí no volver, pero recuerda ¡sólo si te comportas!


MICHAEL
Pero si ha sido ella quien me ha ofendido a mí… me toma por un memo como… (Mira a Denise y detiene sus palabras)


DENISE:
¿Cómo yo verdad? (enfurecida) Tú sí que me insultas, ya es la segunda vez esta noche… (Llorando se dirige a una esquina del escenario) ¡Nunca lo entenderás! ¡Es inútil hacerte entender! Para ti, tu arrogancia científica es lo primero. ¿Sabes para lo único que ha servido tu ciencia? Para que te muestres condescendiente con los ignorantes, el resto de la humanidad está confundida…, y tú… con tu conocimiento… te encargas todos los días de demostrarme lo estúpida que soy…!


Michael se muestra pensativo, se da cuenta que debe disminuir su talante arrogante ante el llanto de su mujer. Se acerca a ella con la intención de tranquilizarla…


MICHAEL
 Denise… te ruego que me perdones… (Vuelve a esperar un instante, no sabe cómo seguir)… cumpliré lo pactado, esperaremos al final de la noche…


Denise vuelve a encender otro cigarrillo. Permanece en la esquina. No le contesta… Michael se dirige lentamente hacia el otro extremo del escenario, alejado de su esposa… ambos figuras permanecen casi a oscuras.


Tras un breve instante Madame reaparece de nuevo por el pasillo. Con su andar lento, se dirige al escenario. En su camino vuelve a saludar con la mirada a algunas personas del público.


Madame Medium llega al escenario. La pareja permanece de pie cada uno en un extremo. Madame se sienta de nuevo en su lugar.


MADAME MEDIUM
Señores, se hace tarde… y las almas nos esperan…


Les invita a tomar asiento. Michael mira a Denise. Ésta tira el cigarro y se sienta al lado de Madame. Su marido también toma asiento.


MADAME MEDIUM
 (Con los ojos cerrados)
Como de costumbre tengo que advertidles que, pase lo que pase, no intenten hacerme salir de mi trance. Deben entender que el contacto con las almas es una transición compleja…y por supuesto le ruego que se abstengan de comentarios bromistas o malintencionados. Mr. Richardson, esto va a por usted, espero que cumpla la promesa que ha hecho a su mujer…


Michael permanece callado…


MADAME MEDIUM
(Abre los ojos y dirige su mirada hacia el hombre que tiene sentada a su lado)
¿Mr. Richardson?


MICHAEL
No se preocupe Madame, seguiré sus instrucciones.


MADAME MEDIUM
(Dirigiéndose ahora a Denise)
¿Estás preparada, cariño?


DENISE
Sí, Madame Medium…


MADAME MEDIUM:
Comencemos pues. (Madame respira hondo). Unamos nuestras manos.


Sus dos acompañantes hacen lo que les pide. Madame se toma unos instantes.


MADAME MEDIUM.
A las almas que nos acompañéis…a las almas que os encontréis a nuestro lado… amigos, os pedimos que os hagáis presentes a través de mí… no temáis… ¿hay alguien con nosotros?...Por favor, noto vuestra presencia, sé que estáis ahí…os he visto…os he saludado…


En ese momento vuelve a aparecer por los pasillos una de las señoras de negro, nuevamente lleva en sus manos una vela (efectos opc: la vela es aromática, con olor a jazmín).Anda sólo unos pasos y se detiene, todavía al fondo.


MADAME MEDIUM
Un alma desea mostrarse


Mr. Richardson pone un gesto incrédulo, incluso emite una ligera sonrisa que su esposa corta de inmediato con una mueca de disgusto.


MADAME MEDIUM
(Continúa con los ojos cerrados)
¿Quién eres? ¿Qué deseas decirnos?


Toda la escena pasa a cámara lenta, la tenue voz de Madame y su ritmo enlentecido ayudan en el proceso.


MADAME MEDIUM
Eres una mujer, noto tu aroma,…


DENISE
Huelo a jazmín…


MADAME MEDIUM
 No tengas miedo... No temas querida…
Puedes utilizarme a mí para ser tu voz…no temas…utilízame…


Madame empieza a respirar cada vez más profundamente, su ritmo respiratorio se acelera…realiza gestos con la cara, parece que sufre pequeños espasmos, todo lo hace sin soltar de las manos a sus compañeros de mesa. De repente abre bruscamente los ojos. Su mirada es distinta a la que presentaba anteriormente, más intensa. Observa la  habitación con detalle, como si todo lo que ve fuera novedoso para ella. Tras unos segundos de observación detiene su mirada en Michael.


MADAME MEDIUM
(Voz con tono más grave, con más reverberación pero sigue siendo suave)
Michael…


Mr. Richardson la mira con expectación.…


MADAME MEDIUM
Michael…Michael mi cachorrito… eres tú…


Michael no quiere creer lo que está escuchando, ese tono “impostor” le recuerda demasiado a alguien cercano…

MADAME MEDIUM
(Insiste, incluso coloca su mano sobre la cara de él, acariciándole)
Michael mi amor… eres mi pequeño…


MICHAEL
Esto no puedes ser, es tu voz, pero no eras ella,…


MADAME MEDIUM
Michael siempre estoy a tu lado, siempre estaré contigo…


MICHAEL
¡Tú no eres ella! ¡Tú no eres mi madre!


MADAME MEDIUM
Michael estoy preocupada por ti…no puedes pasar hacia este lado con ese cargo de conciencia… te ocurrirá cómo a él…como a mi…quedarás atrapado…tienes que…


MICHAEL
(Agarrando a MADAME MEDIUM y zarandeándola)
Tú no eres ella… ¡Cállate!


Madame Medium permanece unos segundos con la cabeza agachada y  después “despierta” de su trance. Al levantar los ojos observa el gesto enfadado de Michael y la cara de asombro de Denise.


MICHAEL
(Dirigiéndose a Madame Medium)
¿Cómo ha sido capaz?, ¿No tenía suficiente con utilizar el recuerdo de mi cuñada que también mancilla el de mi madre?


MADAME MEDIUM
(Nuevamente con su tono de voz inicial)
Mr. Richardson sigue usted sin entender nada…


MICHAEL
¡No, escúcheme usted ahora!
(Se levanta bruscamente, airado)
No pienso quedarme a escuchar más trucos lamentables como éste…


DENISE
Pero Michael, ¿a qué te refieres?


MICHAEL
Lo de la voz es sencillo, aquí Madame tiene un buen registro para las voces…


MADAME MEDIUM
No sea descortés Mr. Richardson me está acusando a pesar de saber que la voz que ha escuchado es la de su madre…


MICHAEL
Una burda imitación, señora…


MADAME MEDIUM
Y cómo podría conocer yo su voz, Mr. Richardson. Ni siquiera Denise la oyó jamás, su madre murió cuando usted era sólo un niño, un niño de 10 años… Fue su madre quien me lo contó Mr. Richardson…


MICHAEL
(Con un dedo acusador)
¡Madame, prometo que la desenmascararé!


MADAME MEDIUM
¿Por qué no le cuenta a Denise cómo lo llamaba su madre Mr. Richardson…? Cómo iba yo a saber eso…


DENISE
Cachorrito…


MICHAEL
No, así no es, no recuerdo eso…


MADAME MEDIUM
Vamos Mr. Richardson eso no es jugar limpio.


DENISE
(Deduciendo)
Claro…por eso te has sobresaltado tanto…


Michael permanece de pie, comienza a estar nervioso…


MADAME MEDIUM
También puede contarnos a qué se debe ese cargo de conciencia

Mr. Richardson la miró desafiante…

DENISE
¿A qué se refiere?


MICHAEL
No pienso escuchar más, ya he tenido bastante…


DENISE
Pero cariño… estás asustado…qué quería decir tu madre con lo del cargo de conciencia…?


MICHAEL
(Gritando)
¡Te he dicho que no era mi madre! ¡Vámonos de aquí!
 (Intenta levantar a Denise de su asiento)


MADAME MEDIUM
Si se marcha Mr. Richardson, yo misma develaré el secreto…


MICHAEL, tras unos instantes reacciona ante la afirmación de Madame y suelta a Denise.


MADAME MEDIUM
Además, su madre quiere que recoja algo que le ha dejado…


MICHAEL
¿Cómo dice?


MADAME MEDIUM
Su madre insiste en que le alegrará recuperarlo…por favor, diríjase al pasillo, ella le indicará…


MICHAEL
Maldita mujer…


MADAME MEDIUM
¿Qué le ocurre Michael?
¿Tiene miedo de encontrarse a su madre?


MICHAEL
Le juro que hoy representará su último espectáculo, Madame.


DENISE
Voy a ir contigo…


MICHAEL
¡No! No pienso dejar a esta ilusionista nuevamente sola…Quiero que te quedes con ella…
(Ahora se dirige de nuevo a Madame Medium)
 Muy bien señora, ¿quiere que juguemos?, pues vamos a jugar.


Michael coge la linterna, baja del escenario y se marcha hacia el “pasillo”, dirigiendo nuevamente el haz de luz a los espectadores. Tras varias vueltas se posiciona en el mismo pasillo donde está la señora enlutada que continúa tapando su rostro con una máscara. Al enfocarla con la luz de la linterna, la ve y se sobresalta… pero permanece distante.


MICHAEL
¿Quién es usted? ¿Acaso cree que puede asustarme?
(Pero no obtiene respuesta del fantasma. Vuelve a insistir). Señora les he descubierto la farsa… le prometo que si se descubre el rostro no la denunciaré…


El fantasma le indica con su mano extendida el objeto que dejó encima del asiento:


MICHAEL
(Dirige la luz hacia el asiento y ve el muñeco)
¡Esto no es real, no puede ser…!
(Michael se acerca lentamente hacia el muñeco de su infancia). Lo reconoce de inmediato.
(Cuando llega a su lado se arrodilla y lo coge)
Es el señor Clown.


Michael levanta el rostro y la linterna hacia el fantasma enlutado de su madre que se  marcha por el pasillo. Michael queda arrodillado, abrazado al muñeco. Tras unos segundos, pensativo, dirige su mirada hacia la personas del público que tiene a su alrededor, al verlos queda temeroso como si viera algo extraño en ellos…entonces deja al muñeco sobre el asiento, se levanta, apaga la linterna y se dirige al escenario. Cuando llega Dennise le pregunta.


DENISE
Cariño, ¿qué ha ocurrido?


MADAME MEDIUM
¡Hable usted, Mr. Richardson…!


MICHAEL
No sé cómo lo hace señora, pero si se cree que va a doblegar mi razón está usted confundida…


DENISE
Michael te suplico, cuéntame qué ha ocurrido…


MADAME MEDIUM
Querida, no veo a su esposo en posición de querer desvelarnos nada…creo que es mejor que continuemos con la sesión…
(Invitando a Michael a sentarse de nuevo)
…Mr. Richardson, si es tan amable…


Michael todavía temeroso, se sienta en la mesa, dejando la linterna encima de ella…


MICHAEL
Esto no va a quedar así…


MADAME MEDIUM:
Tranquilícese Michael. No quiero angustiarle, usted debe elegir  qué hacer con el mensaje que ha recibido…pero ahora debemos proseguir…hay más presencias que desean contactar con nosotros esta noche…si me permiten
(Ofrece de nuevo las manos a sus compañeros. Denise no ofrece oposición, Michael la coge con un gesto violento…)


MICHAEL
A ver qué truco tiene preparado ahora.


MADAME MEDIUM
 (Cierra de nuevo los ojos)
Espíritus que vagáis por el inframundo, almas deseosas de contactar os invoco…os ruego, si hay alguien aquí con nosotros, por favor, hacednos una señal…
(Todo permanece en silencio)
Por favor, os suplico nos advirtáis de vuestra presencia (de nuevo silencio)
Almas que nos acompañáis, si deseáis contactar con nosotros necesitamos saber que…
(Sin que acabe la frase, un fuerte golpe retumba en todo el teatro, asustando a Denise y Michael…)


DENISE
¿Qué ha sido eso Madame?


MICHAEL
Otra de sus simples artimañas…Cariño, Madame ha contratado a ayudantes para sus trucos, los tiene distribuidos por la casa, yo mismo los he visto…


MADAME MEDIUM
Tiene razón Michael, no estamos solos en este viejo caserío… pero no son mis ayudantes, no son personas vivas…


MICHAEL
(Levantándose)
Voy a desenmascarar este burdo teatro de una vez por todas.


Michael coge de nuevo la linterna de la mesa y se dirige a bajar del escenario.


DENNISE
(Antes de que se marche)
¡Espera! (también se levanta de la mesa)
 Esta vez quiero acompañarte (y se dirige hacia su marido que en esta ocasión no pone reparo alguno)


Ambos bajan hacia el público y comienzan a caminar entre ellos. Mientras tanto Madame Medium queda sola en el escenario…


MADAME MEDIUM
(Con los ojos cerrados nuevamente e invocando con sus manos)
¡Sortoson etna decerapa samla! ¡Sortoson etna decerapa samla!
¡Sortoson etna decerapa samla!


Al acabar el conjuro, Madame abre los ojos. Con su habitual parsimonia apaga las velas y se marcha del escenario (mutis por el foro).

El matrimonio Richardson continua buscando “por la casa”…


DENISE
(Sin detenerse)
Michael me tienes que contar qué te ha ocurrido…




MICHAEL
Denise cuando nos marchemos de aquí te prometo que te contaré todo…


DENISE
Cariño esa mujer tiene poderes, te lo he explicado muchas veces…


MICHAEL
Ya estoy cansado de tantas estupideces. Te dije que iba a desenmascarar a esa farsante…


DENISE
Pero amor mío, cómo iba a saber ella como te llamaba tu madre de pequeño…Te conozco hace mucho Michael, te cambió el gesto cuando esa mujer te llamó…


MICHAEL
¡Ya está bien, Denise! (le grita). ¡Sí!, te confieso que así me llamaba… y no sé cómo habrá conseguido saberlo…


DENISE
Michael, es imposible que nadie se lo dijera…tu madre murió cuando tú eras todavía un niño…según me contaste tuvo un accidente en vuestra casa…Y años después pasó lo de tu padre…


MICHAEL
¡No quiero que sigas hablando Denise! ¡Cállate de una vez!


Denise queda en silencio tras los gritos de su marido. Ambos continúan andando “por la casa” iluminados con la luz de su linterna. Deambulan hasta que Denise le señala la pequeña caja que está sobre el asiento vacío.


DENISE
¡Mira eso Michael!


MICHAEL
(Dirigiendo la luz hacia el objeto)
Es una caja…
(Michael vuelve a tener la misma sensación que con el muñeco, reconoce la caja de inmediato)
…no…no puede ser.


En ese instante DENISE grita aterrada.


DENISE
¡Ahhhhh! Michael mira al fondo…


El fantasma del sombrero y la máscara aparecen al final del pasillo. Michael protege con su cuerpo a su esposa, mientras proyecta la luz hacia la aparición. El fantasma se dirige lentamente hacia ellos pero se detiene unos metros antes y señala la caja.
El matrimonio está aterrado…


DENISE
Michael, quiere que cojamos esa caja…


Pero Michael permanece petrificado. Entonces es Denise quién quita la linterna a su marido y lentamente se acerca al asiento para coger la caja…


MICHAEL
No puede ser…esto no puede estar pasando…


Denise abre la caja y saca una carta de su interior. Con la ayuda de la luz de la linterna la lee para sí misma, sin pronunciar palabra, mientras su marido se derrumba y acaba arrodillado en el suelo… Al acabar queda conmocionada, tras un instante dirige la luz hacia el fantasma...


DENISE
Michael…ese hombre…
Ese hombre es tu padre…


Pero Michael continua ido, abstraído en su dolor,…


MICHAEL
No puede ser…no puede ser…


El fantasma se marcha entonces… Denise sin soltar la carta ni la linterna ayuda a su marido a incorporarse y ambos se dirigen de nuevo hacia el escenario. En su camino Denise mira varias veces hacia atrás, como si viera algo entre el público…, pero no se detiene. Al llegar al escenario sienta a su marido en su silla y después ella toma asiento también. Denise, con su mechero, enciende las velas del candelabro, apaga la linterna  y vuelve a leer la carta para sí misma. Todo está en silencio.
 Se cierra el telón.