Decepcionada.
Así es como me
siento.
Cuando empecé en
esto, estaba llena de ilusión. Me lo vendieron como una manera de cambiar el
mundo, de acabar con la injusticia. ¿Y qué me he encontrado? Mentiras, promesas
incumplidas, ideas radicales, gente que no ve más allá, estás conmigo o sin mí,
con el partido o te largas…
Todo lo he aguantado.
Lo he hecho porque también he encontrado gente como yo, he conocido gente noble
que piensa sin fronteras, y que lucha por lo que cree justo...pero también he
visto como esas personas no avanzan, no prosperan...
Puede ser que esté
muy negativa. La decepción ha sido mayúscula al encontrarme con esto.
No soy una ilusa,
sabía que en el mundo de la política hay corrupción, y que en todos los
partidos hay gente dispuesta a entrar en el juego. Siempre he pensado que la
política sólo es un reflejo de la sociedad en la que vivimos. Los ladrones,
aprovechados, mentirosos...no son sólo patrimonio de los políticos, los hay en
todos lados…pero esto,…esto es demasiado...esto demuestra que todo está
corrompido.
Todo podrido y sin límites:
robo, coacción, extorsión, prevaricación...e incluso probablemente asesinatos.
No puede ser, todavía
no me lo creo.
Cuando el periodista
contactó conmigo para contarme todo lo que había descubierto, no le creí. ¿Cómo
iba a hacerlo? ¿Cómo pensar que personas con las que comparto ideas, trabajo e
incluso he considerado amigos, están metidos en esto?
Él me aseguraba que
se había acercado a mí porque creía que yo era distinta, que podía ayudarle a
seguir investigando. Me pasé unos meses sin creerle y rechazando incluso sus
llamadas...hasta llegué a olvidar el asunto.
Pero entonces llegó
el día…
…llegó el día que
descubrí que todo lo que me contaba era verdad.
Entonces fui yo quién
le llamó. En principio todo era una "simple" trama de corrupción.
Dinero, dinero, dinero...el asqueroso dinero. Ya daba asco el asunto, pero
seguimos tirando del hilo, tiramos, tiramos y tiramos...hasta descubrirlo
todo...
Lo siento, todavía me
resisto a creerlo. Además no me creo que Jorge esté metido en esto. No
hemos encontrado nada que lo inculpe directamente. Pero él es uno de los jefes.
Jorge fue quién me
animó a esto. El que me convenció de que juntos podíamos cambiar las cosas.
Quiero creer que todo se ha hecho a sus espaldas. Quiero creer que cuando se lo
demuestre estará tan indignado como yo. Quiero convencerlo a que salga de esto,
tengo que hablar con él. Le prometí al periodista que todavía no se lo diría a
nadie, que aguantaría hasta que todo se publicara…me prometía que pronto lo destaparemos
todo...
…pero no puedo
hacerlo. Se lo debo a Jorge.
Desde que le conocí
me llamó la atención. La política para mí era un terreno no deseado, sin
atracción. Pero él me convenció de lo contrario. Me insistía en que era la
forma de cambiar cosas. Me mostró como a pesar de los fallos, las cosas
cambiaban. Lentamente sí, pero cambiaban.
La primera vez que
nos conocimos fue en un congreso sobre política social. Me habían invitado a
una mesa redonda sobre "Las políticas dirigidas a luchar contra las
adicciones". Allí coincidimos. A pesar de su discurso politizado, confieso
que después cuando nos tomábamos un café me conmovió su visión de las cosas.
Parecía verdaderamente concienciado con el problema. Quedamos entonces para tener
una reunión y explicarle el proyecto en donde yo trabajaba. Me dijo que buscaría
fórmulas de colaboración. Concertamos el encuentro y días después me llamó su
secretaria para fijar el día y la hora de la reunión. Me sorprendí bastante.
Estaba cansada de promesas de reuniones y colaboraciones que después no
llegaban a ningún lado. Pero Jorge parecía realmente interesado.
Quedamos y le
expliqué mis ideas. Fue entonces cuando me contó que un hermano suyo tenía un
problema de adicciones y eso le llevaba a estar muy sensibilizado con todo lo
que tenía que ver con la lucha contra las drogas.
Desde entonces
tuvimos mucho feeling, dentro de sus posibilidades me ayudaba en todo lo que
podía, hasta que me propuso que me uniera a su equipo. Insistía en que me
quería a su lado para metas más grandes y como le gustaba decir una y otra vez
"cambiar las cosas".
Al principio me
negué. A pesar de que me gustaba la idea, la política me producía rechazo.
Pero insistió, una y
otra vez…
…y al final acepté su
propuesta.
Di el paso. Dejé mi
trabajo y me uní a su proyecto.
Y la gente confió en
él, en nosotros.
Cuando ganamos, todo eran
promesas, trabajo, unión... No me importaban los obstáculos, creía que
luchábamos en la dirección correcta. Cuando estaba con él, me sentía
confiada, segura.
Pero todo se quedó en
promesas…
Reconozco que
siento atracción por él. ¿Cómo no sentirlo? Joven, guapo, con liderazgo...pero estaba
casado. Así que nunca me he atrevido a intentar nada, mis principios me lo
impiden. No sé si a él se le ha pasado por la cabeza, algo me dice que
sí...miradas, abrazos...pero nunca ha habido nada más. Tampoco lo permitiría.
Tiene una familia, mujer, hijos...
Tengo que llamarlo.
Tengo que hablar con él. Seguro que reaccionará.
Mi objetivo ahora es destaparlo todo. Si el sistema
está podrido, habrá que abrir las ventanas.
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